Los cambios en las relaciones sociales están afectando, de una forma u otra, a todo el comercio. El mercado impone sus leyes y las empresas se van adecuando a estas según sus recursos. En un entorno globalizado y competitivo, el cliente es el rey. Decir que sin clientes no hay negocio es casi una obviedad. Por ello, su satisfacción ante el producto o servicio aportado debe ser plena.
Pero, ¿qué ocurre si surge alguna discordancia?
Sobornos, mercado negro, competencia desleal, ingredientes o materiales perjudiciales para la salud… Seguro que todos estos conceptos no te son desconocidos. No son pocos los casos llevados a juicio en los que las organizaciones deben responder por sus actividades. Las estafas, aunque a la orden del día, son más conocidas en la actualidad gracias a la comunicación existente. El usuario contrata un servicio que al final o no se le presta, o se le presta mal.
La vía más conocida es la judicial, pero no por ello la más rápida. Ya en la década de los años 30, en EE.UU., surgió un método alternativo —como su propio nombre indica—: Alternative Dispute Resolution o ADR. La propia Universidad de Harvard, en Massachusetts, realizó un estudio sobre este tema.
Los ADR son aquellos métodos de resolución de conflictos de naturaleza exclusivamente contractual y estructura más o menos determinada, en virtud de los cuales, uno o varios terceros, de forma autocompositiva o heterocompositiva, ayudan a las partes a solventar la controversia (Macho Gómez, 2013).
Como método extrajudicial, se caracteriza por la presencia de una tercera parte completamente objetiva y neutral con el objetivo de ayudar a ambas partes en conflicto a resolver el desacuerdo. Como fórmulas autocompositivas, encontramos la negociación, la mediación y la conciliación, cada una de ellas con sus propias características.
Estos métodos deben iniciarse por decisión propia de cada una de las dos partes y, por supuesto, cualquier resolución debe cumplir con la legalidad vigente.
¿Qué ventajas ofrecen las ADR?
Sencillez, rapidez y menor coste económico. La saturación de los tribunales de justicia origina un retraso que puede resultar perjudicial, además del alto coste a desembolsar. Pese a que estos métodos también suelen acarrear algún tipo de importe, es reducido o nulo. La solución alcanzada siempre estará, por tanto, conforme a los intereses de ambas partes.
¿Qué papel juega Biriska?
Biriska.com se compromete a ofrecer a los mejores profesionales por sector mediante una exhaustiva investigación. Por supuesto, los problemas pueden darse hasta en las mejores casas, por lo que si como cliente detectas que alguna parte del contrato no se cumple, debes informar a tu proveedor. En caso de negativa, podrás reclamar por escrito a la organización, la cual está obligada a responder en un plazo límite de 48 horas.
El siguiente paso recae en el servicio de valoración, en el que una persona cualificada para ello revisará el contrato, la obra y/o servicio y emitirá un informe. ¿Todavía sin acuerdo? Para ello, un experto en negociación, dentro del servicio de mediación, tratará de hacer alcanzar un acuerdo a ambas partes.
Una solución rápida y sencilla que protege a todo cliente y/o usuario ante prácticas inapropiadas. Tan solo debes subir tu contrato a nuestro portal para contar con estas garantías y evitar las acciones legales.
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