Cuando el ransomware WannaCry aún está en boca de muchos, habiendo llegado a afectar a ordenadores de más de 150 países, hace unos días saltaba la noticia del nacimiento y propagación de su hermano WannaLocker. Se trata de una variante de este malware que actúa de la misma forma que el primero, pero, en esta ocasión, actuando sobre nuestro teléfono móvil.
¿Estamos realmente seguros en la avanzada era tecnológica, una época en la que los hackers no cesan de crear nuevos softwares maliciosos? Proteger la información que poseemos en los dispositivos electrónicos susceptibles de ser conectados a Internet —incluso sin hacerlo, podemos ser infectados— es fundamental en aras de garantizarnos sustos innecesarios, especialmente cuando hablamos de una empresa, con información importante y confidencial.
Si existe un elemento al que debemos prestar especial atención y no escatimar en gastos es al antivirus. Al igual que precisamos poner medidas en materia de salud, también debemos hacerlo en el ciberespacio. Existen múltiples empresas que ofrecen sus servicios en esta materia. ¿Cómo elegir la mejor protección?
¿Cuál es el mejor antivirus?
Los antivirus son programas informáticos que tienen su origen en la década de los noventa y cuya misión principal, tal y como su nombre indica, es detectar y neutralizar cualquier tipo de archivo infeccioso que llega a nuestro sistema operativo. Es una de las barreras principales a los ataques.
Necesidad prioritaria para cualquier usuario de la red, debe tenerse en cuenta una serie de recomendaciones a la hora de elegir el que mayor protección pueda ofrecernos.
- La mayor parte de las empresas proveedoras ofrecen versiones de prueba. Aunque con servicios limitados, se trata de la mejor opción para conocer de primera mano cómo actúa en materia de seguridad y saber si se adapta a nuestras necesidades.
- Licencia para varios equipos. No solo es una opción prioritaria en negocios, sino también en el entorno doméstico. Pagar por poder proteger el ordenador de sobremesa, el portátil, la tablet o el teléfono móvil, entre otros, justifica el desembolso económico.
- Catálogo de herramientas. Si bien podemos comenzar precisando una determinada protección, es posible que, con el tiempo, requiramos complementar la misma: antispam, restauración, backup…
- Facilidad de uso y frecuencia de actualizaciones. Es fundamental entender todos los avisos y procesos para poder estar seguros.
- Rendimiento. De nada sirve que haga su función si ello ralentiza la velocidad y el funcionamiento del sistema operativo.
- Optimización. Importante que el análisis que deseemos realizar en cualquier momento en el sistema operativo pueda realizarse garantizando el rendimiento que precisamos, muy ligado al punto anterior.
- Ámbito de cobertura. Instala siempre un software que cuente con cobertura mundial, ya que de nada servirá que solo tenga presencia en determinados países, ya que ello impedirá el reconocimiento de numeroso malware.
- Soporte técnico. Busca aquella empresa que esté disponible las 24 horas los 365 días del año ante cualquier problema que pueda surgir. No es un servicio que se ofrezca de forma frecuente, por lo que tiene gran peso.
- Protección contra ransomware y compras online. Aunque puede parecer una obviedad, su propagación no se encuentra a la par que el avance de los antivirus.
A pesar de estos consejos, recuerda que la mejor opción siempre será utilizar el sentido común y navegar con cabeza.
Si tienes algún problema informático, no dudes en contactar con GlobalMed, en cuyas filas podrás encontrar informáticos altamente cualificados.
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