Derecho: La seguridad online, asignatura pendiente en el mundo digital

Derecho: La seguridad online, asignatura pendiente en el mundo digital

El ransomware WannaCry que hizo temblar los cimientos del espacio digital ha sido el detonante de un sinfín de artículos y reportajes que hacen alusión a la ciberdelincuencia y a la seguridad online en medios de comunicación de todos los países del mundo.

Nos encontramos inmersos en una era completamente digitalizada, donde los dispositivos electrónicos son una extensión más de nuestro cuerpo y las acciones cotidianas —como hacer la compra semanal, hacernos con un traje para una fiesta, encargar un nuevo televisor…— las realizamos desde el sofá de nuestro hogar. Internet se ha convertido en el motor de nuestra vida y, como tal, los delitos y los fraudes han crecido de forma exponencial en este canal.

Si las pequeñas y medianas empresas ya debían luchar diariamente contra la desconfianza de los clientes más reticentes a las compras digitales, los ataques informáticos no se lo ponen nada fácil. El miedo es rápido y ya se ha extendido no solo en clientes y comerciantes, sino también en las grandes multinacionales.

Delincuencia informática

Sin embargo, este ataque no es algo aislado. En el 2016, un año con más de 100.000 ciberataques, ya se abrieron 18.344 procedimientos, según datos de la unidad de Criminalidad Informática de la Fiscalía General del Estado, por estafas a través de la red. De esos, un resultado de 405 condenas. También se registraron 295 por daños informáticos y 272 por revelación de secretos empresariales, entre otros.

Según datos de El País, se precisan una media de 146 días para descubrir y neutralizar brechas informáticas en entornos empresariales, un tiempo en evolución y ligado a la creciente sofisticación de los ciberataques.

Si mencionamos los datos presentados por Ponemon Institute en su estudio «Cost of a Data Breach» (2016), el daño de una brecha supone una media de 4 millones de dólares a las organizaciones. Como consecuencia de todo esto, una nueva profesión: los cazadores de amenazas, cuyos conocimientos mezclan la seguridad, el análisis forense y las técnicas de análisis avanzadas de la información.

Respecto a las tarjetas de crédito y débito, la Memoria Anual sobre la Vigilancia de los Sistema de Pago (Banco de España) ha reflejado que las operaciones fraudulentas ascendieron a la alarmante cifra de 687.000 en el 2015. La mayor parte de estos delitos se producen en el copiado y duplicación, especialmente en operaciones a distancia.

A pesar de que toda esta información pueda llevar al pánico o a la desconfianza, nada más lejos de la realidad. Existen en el mercado profesionales de las nuevas tecnologías que velan por la seguridad en el mundo digital.

Si posees algún problema o quieres plantear una cuestión sobre derecho aplicado a las nuevas tecnologías, no dudes en contactar con Sistemius.