La producción ecológica gana cada día nuevos adeptos. Así lo confirman los datos registrados por el Ministerio de Agricultura durante el pasado año 2016. La superficie dedicada a este tipo de producción aumentó un 2’5% desde el año precedente, llegando hasta las 2.019.000 hectáreas utilizadas.
La producción ecológica en todas sus fases
Pero no solo la superficie se ha visto incrementada, sino que ha ido acompañada de un crecimiento de los trabajadores, alcanzando los 39.744. Así, los productores han experimentado una subida del 4’4%; los industriales, del 9%; los importadores, del 23%; los exportadores, 27%; y, por último, los comercializadores, 17%; unos datos que muestran la gran transformación de las fases posteriores de la cadena con motivo de una mayor demanda.
A su vez, las industrias relacionadas con la producción vegetal ya son 5.663 —un 9% más—; mientras que las de producción animal, 952. En el primero se dedican mayores hectáreas a tubérculos, frutales, hortalizas, cereales, viñedos, frutos secos y cítricos; en el segundo, a aves de corral, bovino, caprino y gallinas de puesta.
El crecimiento sostenible es una de las metas principales de estas prácticas, a la que ayuda la demanda por parte de la sociedad de estos productos, así como la concienciación y preservación del medio ambiente.
Regulación del éxito
Pero esto no hubiera sido posible sin los controles oficiales, regulados por normativa comunitaria en el Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria. Se han realizado en 2016 un total de 46.632.
Todo ello ha aupado a España como el primer país de la Unión Europea dedicado a la actividad ecológica, si tenemos en cuenta la superficie, así como uno de los cinco mayores productores de todo el mundo.
Fuente: Agronegocios