Alimentos imprescindibles en cualquier dieta que se precie, podemos encontrarlos en el segundo escalón de la pirámide de nutrición. Frutas y verduras no faltan en ningún hogar. Respecto a las primeras, nuestro organismo precisa entre dos y cuatro porciones; respecto a las segundas, entre tres y cinco.
Sin embargo, a pesar de su valor nutricional, estos productos no están exentos de sufrir la acción de bacterias o de un proceso de contaminación cruzada. Por ello, es muy importante que las laves siempre antes justo de utilizarlas, nunca dejándolas en remojo y frotar sobre la propia piel para eliminar cualquier residuo que quede.
Además, no son pocas las ocasiones en las que, de la huerta o del supermercado, acabamos sin saber qué hacer con ellas en materia de conservación. No solo debemos mantener sus propiedades, sino también calidad.
¿Nevera o frutero? La Organización de Consumidores y Usuarios —OCU— nos saca de dudas.
Frutas y verduras en nevera
Puedes ayudar a la conservación introduciendo cada alimento en bolsas de plástico perforadas. Es fundamental que las separes en aras de que el etileno que contienen determinadas frutas no afecte a las verduras. Saca lo que vayas a consumir un rato antes de hacerlo.
- Frutas: manzanas, albaricoques, moras, arándanos, cerezas, fruta cortada, uvas, frambuesas, fresas e higos.
- Verduras: alcachofas, espárragos, judías verdes, envidias, brócoli, coles de Bruselas, zanahorias, apio, verdura IV gama, especias, verdura de hoja —lechuga, remolacha, repollo—, champiñones, guisantes, rábanos, maíz, cebolletas, puerro, nabo y berro.
Entre nevera y frutero
Algunas frutas pueden ser dejadas al aire para que maduren con mayor rapidez —frutas climatéricas, que continúan el proceso una vez cosechadas— y después introducirlas en el frigorífico. Nos referimos a aguacates, kiwis, nectarinas, melocotones, peras, ciruelas y nectarinas.
Frutas y verduras en frutero
Existen determinados alimentos que pueden resultar perjudicados por el frío, por lo que deben permanecer a temperatura ambiente. Nunca los dejes en un lugar con incidencia solar directa ni guardados en bolsas cerradas, ya que reduciría la cantidad de oxígeno.
- Frutas: plátanos, plátano macho, banana, cítricos —limas, limones, naranjas, mandarinas y pomelos—, sandía, papaya, melón, piña, caqui, granada y manzanas.
- Verduras: ajo, cebollas, pepinos, remolacha, pimientos, patatas, batatas, jengibre, tomate, calabaza y albahaca.
Si deseas hacerte con las mejores frutas y verduras, con la máxima calidad y todas las garantías, no dudes en contactar con Terras de Miranda.
Comentarios 0