Resulta casi imposible concebir la cocina sin patatas. No en vano es uno de los alimentos más importantes de la humanidad junto con los cereales. Destaca por su valor nutricional y porque permite múltiples preparaciones siendo lo más común cocinar la patata de tres formas: cocida, asada o frita.
Composición
La patata está compuesta por un 80% de agua y el resto del contenido en almidón, vitaminas C y B6, niacina y potasio. A pesar de que tiene fama de ser un alimento que engorda, el problema de las calorías radica en las grasas o salsas agregadas y no en la patata en si.
Origen
Según las referencias históricas, la planta de la patata apareció en los Andel del Perú en tiempos muy remotos, pero no fue hasta el siglo XVII cuando se instauró en Europa. En un primer momento, se relacionó este alimento con la necesidad para dar respuesta al hambre.
Protagonista en España
Para la gastronomía de nuestro país las patatas son un ingrediente indispensable tanto como plato principal como acompañamiento. Algunos de los ejemplos que podemos señalar son: los cachelos gallegos (patata grande en rodajas cocida en agua con sal y opcionalmente una hoja de laurel) y papas arrugás en Canarias (cocidas con piel en agua con sal y acompañadas de salsa conocida como mojo).
Tortilla española, marmitako o guisos de carne son otros de los platos que no tienen sentido sin la patata. Combina tanto con pescado como con carne y con cualquier tipo de verdura.
Ten cuenta que al existir diferentes clases de patata algunas serán más apropiadas para cocer y otras para freír o asar. En Hortícolas Javier Miranda disponemos en stock de dos variedades: patata agria y patata Kennebec. La primera es especial para freír por su característico color amarillo, mientras que la segunda es ideal para cocer.
Fuente: Muy Interesante