¿Alguna vez te has preguntado por qué la sanidad pública no cubre gran parte de los problemas relacionados con la salud bucodental? Acudes a la consulta de tu médico de cabeza casi rogando que te derive al especialista, pero, sin embargo, o bien lo hace y la lista de espera para una simple radiografía llega al año natural, o bien la seguridad social no se hace cargo. ¿Por qué ocurre todo esto?
España, pésima nota en salud bucodental
Mantener unos buenos hábitos de limpieza es clave para mantener una excelente salud dental. Aun así, los riesgos, al igual que en cualquier otro ámbito relacionado con el bienestar, están ahí. No basta con lavarnos los dientes constantemente; utilizar los mejores cepillos, pastas o enjuagues; hilo dental… Como ejemplo, la aparición de la muela del juicio puede ser un dolor insoportable, llegando a afectar al bienestar físico y mental.
No son pocas las personas, de todas las edades, que precisan asistencia sanitaria dentro de este ámbito. Tampoco son escasas las que ven sus deseos y, por consiguiente, sus bolsillos, dañados. Toca acudir a consulta privada. Quizás, por ello, España se sitúa en el podio, junto a Rumanía y Turquía, como país con peor salud bucodental de la Unión Europea.
¿Qué cubre la sanidad pública?
- Extracción de muelas del juicio.
- Tratamientos preventivos.
- Procesos inflamatorios derivados de una lesión o un traumatismo.
- Determinadas revisiones.
- Biopsias, en casos necesarios.
¿Qué no cubre la sanidad pública?
- Dentaduras postizas.
- Ortodoncia.
- Empastes y endodoncias.
- Exodoncias de piezas sanas.
- Tratamientos durante la dentición temporal.
- Implantes
A pesar de todo esto, determinadas Comunidades Autónomas sí trabajan sobre algunos de los servicios anteriormente citados. Es el caso del País Vasco, cuya sanidad cubre empastes y endodoncias a menores de 18 años.
Salud bucodental, ¿a qué precio?
El problema en todo esto radica en las enormes diferencias presentes entre las distintas CC.AA., con competencias propias. Semeja que desde los altos cargos no se es consciente de que los daños bucodentales pueden derivar en afecciones cardíacas, diabetes, anemias… Sí, finalmente acaba involucrándose a la salud pública.
Con todo ello, ante la imposibilidad de acudir a un centro público, no queda otro remedio que elegir un dentista privado. En este caso, ¿cómo elegir? ¿Es mejor acudir a una franquicia? La respuesta, en próximas entradas…
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