La mamitis es la principal causa de pérdidas económicas por motivos sanitarios en una ganadería de vacuno de leche. No solo por los gastos veterinarios, sino por la disminución de producción y el descarte tanto de la leche como de los animales.
Punto de partida
Según el doctor Fernando Fariñas que es un referente en España en el estudio de enfermedades inmunológicas e infecciosas el origen del problema está en que la “glándula mamaria tiene una inmunidad frágil y presenta bastantes deficiencias inmunológicamente hablando sobre todo durante el periparto y la lactación”. Además, apunta a que los neutrófilos y macrófagos que se encargan de comer las bacterias funcionan mal en la mama por la alta presencia de azúcares, grasa y proteína.
Prevención
Para prevenir la mamitis existen una serie de estrategias:
- Usar las vacunas más eficaces porque tienen un efecto protector. Se espera que en unos años los avances en este ámbito sean muy notarios con “vacunas terapéuticas”.
- Potenciar el uso de inmunomoduladores.
- Identificar el patógeno causante de la mamitis para tratar con un antibiótico específico y así limitar este recurso para las situaciones de más urgencia. Es importante hacer un uso racional de los antibióticos.
- Cuidar la higiene y el estrés en los animales. Esta medida es de fácil aplicación por los ganaderos y se trata de evitar los ambientes con suciedad, humedad, ruidos y temperaturas elevadas, así como las pezoneras mal desinfectadas.
Fariñas indica que son necesarias varias herramientas para abordar la mamitis porque “no es suficiente con la vacunación y con el tratamiento con antibióticos”. A mayores se debería reforzar la prevención con medidas de higiene, desinfección, control del estrés, buena alimentación y buen manejo del ganado vacuno. También sería positivo hacer una buena selección genética de los animales con más capacidad inmunológica.
Fuente: www.campogalego.com