A la hora de registrar a usuarios de edificios y recintos de gran ocupación existen dos sistemas muy utilizados: el control de presencia o control de acceso. Ambos son mecanismos que representan un plus importante de seguridad para cualquier tipo de empresa o actividad.
Control de presencia
Básicamente te permitirá diferenciar:
- Qué persona tiene acceso a las dependencias.
- A qué dependencias concretas tienen acceso.
- En qué horario tienen acceso.
En función de las necesidades del área a controlar, la complejidad de esta tecnología varía. Desde sistemas autónomos de una sola puerta a sistemas más complejos con diferentes niveles de acceso y control para un número elevado de usuarios.
Ejemplos: tarjetas con bandas magnéticas, tarjetas de proximidad, llaveros con botones de identificación o los sofisticados procedimientos biométricos mediante huella dactilar o pupila del ojo. Otra opción es la lectura de matrículas combinando los sistemas de video vigilancia y el control de presencia.
Control de acceso
Se utiliza en aplicaciones en las que es necesario restringir o delimitar el acceso de personas y/o vehículos a determinados espacios según criterios diversos. Para una puerta basta con utilizar equipos autónomos que integran lector y controlador: cerraduras eléctricas, alarmas, pulsadores de salida, etc.
Por el contrario, en el caso de 4 puertas o más se tienda a utilizar lectores de huella o tarjeta RFID independientes que van cableados a un controlador común ubicado a una cierta distancia.
No obstante, en ambas situaciones se requiere de una aplicación informática vinculada que monitorice y genere informes de lo que ocurre en los diferentes accesos a controlar.
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