Aunque todavía quedan unos meses para el verano, el sol ya se ha dejado ver. Es por ello por lo que conviene recordar la importancia de proteger la piel para evitar quemaduras o enfermedades. No solo hay que poner protección solar cuando vamos a la playa, sino siempre que estemos expuestos a la radiación solar durante un buen periodo de tiempo.
Cantidad
Existe la se conoce como regla de “las siete cucharillas” para hacer referencia a la crema necesaria para un adulto. Cada cucharilla se corresponde con una de las partes del cuerpo: piernas, brazos, torso, espalda y cara. Se debe aplicar el producto fotoprotector 30 minutos antes de la exposición solar y sobre la piel seca.
FPS
El factor de protección solar o índice de protección solar inda cuánto tiempo más es capaz de aumentar la capacidad de defensa natural de la piel antes de quemarse. Ejemplo: con FPS 15 la piel tardaría 15 veces más en enrojecerse. Ten en cuenta que la piel al sol sin protección se quema al cabo de 15 minutos.
Bronceado
A pesar de que se habla del concepto de “pantalla total”, ningún protector solar detiene todos los rayos UV. Por lo tanto, todos los fotoprotectores -incluidos los más elevados- estimulan la pigmentación.
Frecuencia
Cada 2 o 3 horas es recomendable reaplicar el protector solar en exposiciones prolongadas.
Caducidad
Después de abrir un fotoprotector no debe utilizarse en la temporada siguiente. Lo mejor es conservarlos durante un periodo breve de tiempo para garantizar que no pierdan la capacidad de protección.
Bebés
No se recomienda el uso de fotoprotectores en niños menores de 6 meses porque no deberán exponerse al sol.
Radiación
Cualquier tipo de sombra no es garantía de que no nos quememos. Es necesario ponerse crema, incluso si estamos bajo una sombrilla o toldo debido a los reflejos solares.
En IDAV CARE comercializamos los productos de That’so para la protección de la piel ante el sol.
Fuente: medicinatv.com
