El coste de mantener el alumbrado público es muy elevado, iluminar las carreteras supone gastar mucha energía eléctrica, solo en Madrid se estima un gasto anual de unos 80 millones de euros. Para intentar rebajar el gasto sin apagar ninguna zona, se recurrió a la tecnología LED de mayor eficiencia.
En Noruega, tienen una solución más efectiva, consiste en unas farolas inteligentes, que se encienden cuando es necesario. Cuando no pasa nadie por la vía, los focos LED están iluminados con solo un 20% de su capacidad, pero una serie de sensores son capaces de detectar cuando pasa un coche o un peatón para iluminar con toda su capacidad.
Gracias a este sistema, se conseguiría reducir notablemente el gasto, se calcula que sería en torno al 35%. Están siendo probadas en un municipio situado al sur de Noruega, colocadas en un tramo de carretera de ocho kilómetros.
Desde el interior del coche, nunca se ve ningún tramo de carretera sin iluminar y desde fuera, se aprecia como al detectar un coche se ilumina antes de su llegada. Además tienen otra ventaja, en ningún momento hay una oscuridad completa, la carretera queda suficientemente iluminada para prever la siguiente curva.
Fuente: noticias.coches.com
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