Un cristal con un impacto acaba rompiéndose siempre

Un cristal con un impacto acaba rompiéndose siempre

Los parabrisas están constantemente sometidos a tensiones provocadas por una serie de factores materiales y físicos que actúan en combinación.

Estas tensiones son debidas a la propia fabricación y diseño del parabrisas. En el proceso de fabricación de un parabrisas implica el corte del vidrio y el doblado de las dos partes, usando un molde para crear la curvatura requerida, y la inserción entre ellas una capa de plásticos para laminar el cristal y que no se rompa en mil pedazos cuando se raja.  Todo eso puede dejar un nivel de estrés cuyo grado puede variar de un lote a otro o de una parte a otra del parabrisas.

Los parabrisas se unen al vehículo con adhesivos de poliuretano, que cuando endurece puede provocar una cierta contracción volumétrica que puede ejercer una tensión residual adicional. Está diseñado para actuar como un componente estructural que aporta rigidez a la  carrocería de un vehículo, así como de resistencia al aplastamiento del techo.

Las investigaciones realizadas llegan a las mismas conclusiones:

  • Un cristal con un impacto, acaba rompiéndose
  • Un cristal reparado recupera su resistencia original
  • Es de vital importancia que si se sufre un impacto acudir a repararlo de inmediato.

 

Fuente:www.abc.es

 

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