Parece que el estado de Washington podría convertirse en el primero del país en aprobar el compost humano, es decir, la creación de terreno fértil a partir de un cadáver.
La creación de humus obtenido de modo artificial a partir de la descomposición de un cuerpo, es una alternativa después de la muerte al entierro tradicional o la cremación. Sin duda es un enfoque innovador, que se conoce como “recomposición” y consiste en colocar el cuerpo del difunto dentro de un contenedor para descomponerlo en una sustancia rica en nutrientes que se puede devolver a las familias.
El difunto se transforma sustancialmente en fertilizante. Los promotores afirman que el proceso también tendría un impacto positivo en el medio ambiente ya que no habría más rastros de restos humanos que filtran sustancias químicas en el suelo o la liberación de dióxido de carbono en el caso de la cremación.
Las ventajas no acaban aquí, ya que la “recomposición” costaría menos que un funeral.
Este proceso dura más o menos un mes, se introduce un cadáver sin embalsamar en una cámara de compostaje y se mezcla con otros materiales orgánicos como la madera o la paja. La cámara se va llenando de aire de forma controlada para que los microbios aceleren el proceso de descomposición. Al final el resultado es un producto terroso conocido como compost.
Con esta idea, se presento una ley por primera vez en 2017, pero el proyecto fue rechazado. Para el nuevo proyecto de ley, se tuvo en cuenta el estudio durante cinco meses de la investigadora Lynne Carpenter-Boggs. De aprobarse esta nueva ley entraría en vigor el 1 de mayo de 2020 y a partir de ese día los ciudadanos de Washington podrán elegir este sistema para su descanso eterno.
Fuente: www.infobae.com
