Galicia necesita una reestructuración de la superficie destinada al agro debido a la gran fragmentación de la propiedad existente. Esta situación dificulta que las explotaciones agrarias crezcan, se utilice maquinaria y se aproveche adecuadamente la tierra. Para poner solución a este problema existe el concepto de la concentración parcelaria que consiste en agrupar las parcelas de un propietario en el menor número posible de ellas.
La Real Academia Española nos da otra definición:
“agrupación de diversas fincas rústicas de reducida extensión, para unificar y facilitar el cultivo”.
En la mayor parte de los países europeos las herencias provocaron una excesiva partición o segmentación de las fincas rústicas por motivos históricos. Por lo tanto, no es una circunstancia única de la comunidad gallega. Si bien es cierto que la estructura agraria de Galicia está teniendo un retraso considerable en los trámites de las concentraciones parcelarias que se encuentran en la fase final de ejecución. La Xunta a través de la Consellería de Medio Rural pretende mejorar la rentabilidad de la producción agraria y una mejor ordenación de la tierra en función de los usos. No obstante, se necesita agilizar aún más el proceso que ya cuenta con un nuevo texto normativo.
Utilidades
Entre los principales beneficios que supone la concentración parcelaria destacan:
- Mejora de la rentabilidad de las explotaciones.
- Aumento de la eficiencia de las infraestructuras y de la vida útil de la maquinaria.
- Uso más racional del agua con la instalación de nuevos sistemas de riego.
- Aprovechamiento del suelo rústico con más funciones.
Normativa
- LEY 12/2001 del 10 de septiembre, de modificación de la Ley de concentración parcelaria para Galicia.
- LEY 4/2015, de 17 de junio, de mejora de la estructura territorial agraria de Galicia.
Más información en: Xunta de Galicia
