Toda alimentación sana y equilibrada se basa en comer frutas y verduras a diario y reducir la ingesta de grasas. Resulta evidente que lo mejor es consumir alimentos saludables que deben prepararse adecuadamente para prevenir intoxicaciones.
A pesar de que seleccionemos frutas, verduras y hortalizas de calidad, no estarán libres de tener bacterias, gérmenes, toxinas o agentes químicos que producen ciertas enfermedades. Sin embargo, llevando a cabo una higiene apropiada los riesgos se reducen de forma considerable. Es decir, hay que lavar muy bien los productos hortícolas y frutícolas antes de pelarlos, cortarlos, cocinarlos o comerlos.
Consejos
- Lavar las manos antes y después de manipular los alimentos.
- Limpiar los utensilios antes y después de pelar o cortar los productos.
- Nunca lavar la fruta y verdura con jabón o detergente.
- Lechuga, coliflor y brócoli deben permanecer dos o tres minutos en agua limpia y fría.
- Secar los alimentos con papel para eliminar más bacterias.
- Frutas y verduras de cáscara se limpiarán con un cepillo suave.
- Retirar las primeras hojas de algunas verduras como lechuga o repollo.
- No usar los mismos cuchillos para cortar carne y hortalizas. En caso de hacerlo lavarlos antes.
- Fresas y lechugas son dos de los alimentos más contaminados por estar a la misma altura que el suelo. Por su parte, las cervezas tienen gran carga de pesticida. En ambos casos hay que esmerarse más en el lavado.
- Guardar en la nevera los productos tapados o envueltos para evitar la contaminación cruzada.
No pases por alto las anteriores recomendaciones para evitar malestares producidos por una mala manipulación y/o deficiente higienización.
Fuente: Sabrosia