Cobrar todas las facturas es una de las principales preocupaciones sobre todo para una pequeña o mediana empresa, así como para los autónomos. Realizar trabajos para que después queden impagados no es de buen gusto ni resulta favorable para las empresas. Si los clientes responden no hay problema para adelantar el trabajo y los recursos. Sin embargo, siempre hay riesgos con respecto a los morosos.
Para evitar la morosidad es muy importante seguir los consejos que recuerdan desde Klik & Pay, una plataforma de pagos digitales especializada en pymes y startups:
Elegir bien a tus clientes
Investiga sobre su actividad, trabajos anteriores y sobre su solvencia.
Firmar siempre un contrato
Ya lo dice el dicho que las palabras se las lleva el viento. Es muy importante que todo quede por escrito cuando hay una prestación de servicios, incluso cuando el pago se hace por adelantado. Fiarse de los clientes a veces sale caro, incluso siendo amigos o conocidos.
Incluir puntos clave en las cláusulas
Existen cuatro aspectos básicos a la hora de redactar un contrato:
- Establecer formas de pago cómodas para ambas partes.
- Fijar fechas concretas de emisión de facturas y plazos de pago.
- Incluir penalizaciones por incumplimiento de los plazos de pago.
- Introducir una cláusula que recoja la normativa legislativa que ampara el acuerdo.
Buscar diferentes formas de pago para los negocios online
Las ventas online admiten más pasarelas de pago que con tarjeta.
Emitir las facturas a tiempo
Si te retrasas en la emisión de facturas es la excusa perfecta. Fíjate también en la modalidad de la factura, es fundamental cuidar el formato.
Guardar pruebas documentales del trabajo
Como puede ser e-mails, fotos, vídeos…
Cumplir con tus obligaciones del contrato
Para poder exigir los pagos.
Exigir que los pagos se realicen a tiempo
A veces resulta difícil ponerse firme para conseguir el abono de las facturas en su tiempo. Pero el trabajo tiene un valor y debe ser recompensado.
Aceptar pagos aplazados seguros
Será mejor cobrar poco a poco que no cobrar nada. Es recomendable negociar formas de pago que el cliente pueda asumir más fácilmente.
Acudir a los abogados en último recurso
Cuando no se resuelve un impago de manera amistosa, solo queda la vía jurídica.
Fuente: ELPROGRESO
