Desde siempre los seres humanos se creyeron el centro del universo, pero las teorías evolutivas mostraron que compartíamos ancestros con todos los animales que pueblan el planeta.
Los científicos, han intentado entender qué nos separa del resto de los seres vivos que nos hace especiales. Nuestra reacción ante la muerte parece uno de esos rasgos especiales. Hay otros animales que se lamentan cuando muere alguien cercano, que se consuelan y que saben que la muerte es irreversible. Pero ninguno honra a sus muertos con los complejos rituales humanos.
A principios del siglo pasado, los neandertales eran vistos como brutos, ajenos a las glorias intelectuales de la humanidad, desde entonces, los hallazgos arqueológicos los han revelado como una especie cercana a la nuestra. Por ahora, los únicos animales capaces de realizar algo parecido a lo que consideraríamos un funeral son los humanos y neandertales de los últimos 100.000 años.
Pero lo cierto es que después de muchos estudios, no hay ningún dato, ni comportamiento simbólico que confirme o que asocie a las dos especies. Según recordaba Frans de Waal en un artículo sobre el tema, si animales como chimpancés se asentasen durante mucho tiempo en un lugar, pronto se darían cuenta de que los cadáveres atraen a depredadores peligrosos. “No excedería en absoluto la capacidad mental del simio resolver el problema cubriendo los cadáveres malolientes o quitándolos de en medio”, escribía.
Fuente:elpais.com
