Para casi todo hay una pastilla anestésica, la lucha por no sufrir y por no aceptar la muerte ha patologizado el duelo. Pero hay que tener en cuenta que el duelo es un proceso natural que hay que expresar porque nos habilita a encontrar el equilibrio después de la pérdida, y necesitamos que haya gente a nuestro alrededor que lo entienda, afirma la psicóloga y experta en pérdidas Margalida Estarellas.
La psicóloga asegura que hoy en día no tenemos «mucha idea» de cómo reaccionar y aconseja que no intentemos resolver el dolor del otro y argumentemos «barbaridades» para que se sienta mejor. «La persona que sufre no necesita argumentos, necesita presencias. No necesita que la regañen ni que la critiquen sino que la acepten», zanja con rotundidad.
Con los niños es especialmente delicado explicarles que alguien está gravemente enfermo o ha fallecido. “Hay que lograr el equilibrio entre no alejarles de la verdad y no darles una verdad tremenda”. Es necesario elaborar la información y adaptarla a su edad y la capacidad del niño.
El duelo dura aproximadamente un año, pero Estarellas cree que establecer plazos ese muy relativo, porque cada duelo es personal e individual y las circunstancias de la muerte, en ocasiones, lo complican.
Fuente: www.elmundo.es
