Lo primero es firmar unos papeles de consentimiento y ya está, cuando mueras tu cuerpo será entregado a la ciencia. El día del fallecimiento toda la cadena se pone en marcha, los familiares o encargados han de saber que el fallecido es donante y una llamada telefónica, suele ser suficiente para que un equipo de la institución pertinente se presente a recoger los restos del donante. Es un procedimiento gratuito para los familiares y se realiza en las primeras 36 horas para asegurar el mejor estado posible.
Una vez llegados a la institución
El cuerpo pasa a ser embalsamado. Es un procedimiento parecido al embalsamamiento comercial, cuyo objetivo es que el cadáver no se pudra. El cuerpo se limpia y se preparar con diversas sustancias biocidas. Normalmente se introduce por la carótida una mezcla de formol y químicos que sustituye y elimina la sangre de los vasos. Una vez preparado, se cuelga y se introduce en unas “piscinas de formol” para deshidratar y conservar los tejidos. Los cuerpos pueden pasar mucho tiempo dentro de la piscina, esperando a ser “usados”.
El objetivo
El cuerpo del fallecido, es dispuesto para una clase de anatomía. Los alumnos disponen de un cuerpo embalsamado para practicar y observar los tejidos, órganos y estructuras anatómicas. El cuerpo suele ser utilizado varias veces para aprovecharlo al máximo.
Por fin el descanso eterno
Cuando el cuerpo ya no sirve para nada, los restos serán dispuestos para el descanso eterno. Los huesos podrían ser limpiados y empleados en el osario para continuar mucho más tiempo como material didáctico. Pero la materia blanda será enterrada o quemada. En España si la familia lo solicitó, estos últimos restos pueden ser devueltos para que la familia disponga de ellos.
Solo se admiten cuerpos
Solo se admiten aquellos fallecidos por muerte natural o enfermedad y siempre que su muerte no esté asociada con ningún tipo de intervención judicial forense. Tampoco se admiten cuerpos de donantes fallecidos por enfermedades contagiosas ya que esto supone cierto riesgo sanitario. En la mayoría de instituciones no se admiten donaciones de cuerpos cuyos órganos se hayan extraído para salvar una vida, excepto los ojos.
Fuente: www.xataka.com