Aunque parezca una falta de respeto hacia quien en algún momento ocupó uno de ellos, lo cierto es que funerarias que no cuentan con incineradora y familias poco consideradas, tiran los restos de los ataúdes usados a los contenedores. Esto suele ocurrir cuando se exhuman los restos para trasladarlos al osario.
El Decreto 151/2014 del 20 de noviembre de Sanidade mortuoria de Galicia regula la labor que tienen que desenvolver los funerarios a la hora de exhumar, es decir, extraer de su lugar de inhumación un cadáver (cuerpo humano durante los cinco primeros años siguientes a la muerte), restos humanos (normalmente consecuencia de amputaciones, abortos…) o restos cadavéricos (huesos).
Para poder realizar cualquier exhumación, se tendrá que pedir permiso sanitario y abonar una tasa de más de 15 euros. Tiene que cumplirse que el cadáver lleve enterrado cinco años y un día para poder exhumarlo.
Fuente: lavozdegalicia.es