Didirigir una PYME es una tarea de mucha responsabilidad y que no permite despistes, y mucho menos errores. Si habláramos de todos los errores que comenten muchos directores de pequeñas y medianas empresas podríamos escribir libros y libros, porque documentarlos todos sería una tarea harto complicada, pero aquí, en este modesto blog, vamos a reseñar algunos de los más comunes, con el fin de que no los cometas tú.
Uno de los principales errores es no disponer de la financiación adecuada, bien sea de fondos o recursos propios o recibidos de terceras partes. La falta de liquidez es una de las principales enfermedades de las empresas españolas y en la mayoría de los casos se trata de un mal de nacimiento, por lo que antes de lanzarte al vacío asegura este punto y si ya te lanzaste, maniobra para solucionar el problema y no se convierta en una sentencia de muerte empresarial.
No te bases en un único aspecto de tu producto o servicio. Si es bueno o tiene unas características especiales que lo hacen competitivo, eso no basta. Los productos no salen a la calle y se venden a sí mismo. Contempla todos los procesos y variables que van a lograr que ese producto se venda.
Al respecto del punto anterior, no te olvides del marketing, porque es algo clave para que tu producto o servicio se venda. Muchos empresarios hacen todos los cálculos necesarios menos el cálculo de la inversión en marketing y cuando llega la hora de comunicarle al mundo que ese producto o servicio existe, no se puede hacer o no se hace del modo adecuado.
Cada puesto clave debe estar ocupado por la persona adecuada y no debes dejar que variables no empresariales influyan en esa elección. Muchos empresarios colocan en puestos claves a sus familiares o amigos o en muchos casos se guían por criterios de antigüedad en la empresa más que por las capacidades y aptitudes del candidato. Busca la mejor y más capacitado con la mayor objetividad posible.
La falta de información es un cáncer en la empresa. Todo empresario debe estar al tanto del mercado, de lo que hace su competencia, de todo aquello que rodea al mundo empresarial. La empresa no puede ser un ente que se aloje en una burbuja que la aisle del medio exterior. Informarse y estar al día es una costumbre muy sana.
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