Medir una finca o terreno es una de las actividades principales de la topografía. Se trata de un cometido técnico mediante el cual se obtiene una medición con el valor de superficie, perímetro y geometría real. Para que exista precisión se deben emplear los aparatos más adecuados de la tecnología y realizar un trabajo de campo.
Las mediciones que aparecen en el SIGPAC o el Catastro no pueden considerar tan confiables como las realizadas por profesionales con herramientas topográficas. Existen ciertas situaciones en las que medir una finca es necesario o imprescindible:
Compraventa
Normalmente el precio de una finca se establece en base al precio unitario por hectárea o fanega. Por lo tanto, conocer la superficie real más fiable evitará pagar de más o cobrar de menos.
Arrendamiento
Lo mismo ocurre a la hora de arrendar una finca ya que se pacta un importe según la dimensión de la tierra o la finca.
Herencia
A la hora de llevar a cabo un proceso hereditario es preciso medir las fincas para que el reparto entre los herederos sea más justo. De este modo se tendrá un inventario de las fincas con sus medidas y características.
Errores
Otro caso muy común es que los datos que figuran en Catastro y Registro sean inexactos o erróneos. Si quieres corregirlo en estos organismos necesitarás una medición actualizada y lo más exacta posible.
Segregación
En el supuesto de querer segregar una finca hay que obtener la Licencia de Segregación o la Declaración de Innecesaridad por parte del Ayuntamiento donde está ubicada. Para ello será necesario entregar una documentación con el levantamiento topográfico de la finca.
En Abeiro disponemos de un departamento especializado en topografía para efectuar levantamientos, mediciones, parcelaciones y segregaciones, replanteos y deslindes.
Fuente: GESMONTES
