Hay un documental en el que un australiano Joe Cross, recorre Estados unidos alimentándose sólo de zumos de frutas y vegetales. Al final del viaje, su peso baja hasta conseguir un peso saludable.
La historia no tiene por qué ser tan extremo, pero podemos aprovechar las vacaciones para ponernos en forma.
Verás
- Aprovecha el viaje para mejorar tus hábitos, cambia las pautas alimenticias por unas más saludables.
- Camina, es muy importante que las calorías ingeridas durante un viaje son superiores a las gastadas, ganaremos peso, pero si caminas diez kilómetros al día, estarás quemando una gran cantidad de calorías y sin darte cuenta perderás peso.
- Come productos locales, los mismos que toman los nativos, pan, el queso, los vegetales…, ya sabes, nada de comida rápida.
- No te obsesiones, si no necesitas perder peso, no intentes bajarlo. Tenemos claro que sin que un nutricionista lo aconseje, no es buena idea que adelgaces.
- También cuando estamos de viaje, se debe cambiar el ascensor por las escaleras y si nuestra aventura requiere de mucha energía, como el Camino de Santiago, ya será suficiente para mantenerte en forma.
- No tomes alcohol, ya sabes que el alcohol engorda.
- Procura reducir los niveles de estrés, viajando a uno de estos paraísos de la desconexión o en algún hotelito remoto, perdido en algún pueblo de España, en donde puedes descansar y desconectar, eso también favorecerá que tu peso baje.
Fuente:traveler.es