Si te animas a viajar a esta ciudad, deberás saber que Edimburgo fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1995, es una de las ciudades más bien preservadas del mundo, cuenta con castillos medievales intactos y su centro histórico del siglo XVI, se mantiene conservado hasta hoy.
Pero seguro que eso ya lo sabías…
Mira estas curiosidades que solo las conocerías si vivieras en Edimburgo:
- A las 13h todos los días se lanza un cañonazo desde el Castillo de Edimburgo.
- En la catedral hay una figura de un ángel que toca la gaita. Se dice que quien lo encuentra tiene suerte toda la vida. Os advertimos: no es fácil verlo, pero, como en todo, sólo hay que ser un poco persistente. Una pista: se encuentra en la Capilla del Cardo.
- Los bancos de todos los parques y plazas tienen una chapa con una inscripción. Es un recordatorio a las personas fallecidas que sus familiares pagana lo largo de los años.
- Frente a la entrada del antiguo ayuntamiento, está el corazón de Midlothian. Son unos adoquines en forma de corazón sobre los que hay que escupir. Dicen “que los que lo pisan no conocerán el amor verdadero, mientras que los que lo escupen sí…”
- Hay supermercados abiertos las 24 horas.
- Tendrás muchas dificultades para encontrar azafrán, tomate frito sin especiar, laurel o mejillones en escabeche.
- El personaje más apreciado y querido es Bobby, este Terrier se hizo famoso porque, tras morir su amo, se trasladó a vivir al cementerio, justo al lado de la tumba de su dueño. Nunca quiso marcharse de allí y, es por eso, que los vecinos que lo cuidaban lo enterraron justo a su lado.
Considerado como un ejemplo de amor y la fidelidad, Bobby cuenta con su propia estatua y pub. Además, si entras en el cementerio podrás ver que el Terrier tiene su propia lápida, que podrás localizar por la cantidad de peluches que hay depositados sobre ella. - Un 13% de su población es pelirroja.
- Subiendo de nuevo hacia la Royal Mile pasaremos por una de las calles más bonitas y singulares de la ciudad, Victoria Street. Sus casas están pintadas de colores y los bajos están repletos de comercios y tiendecitas de artesanos. Según parece, fue esta calle la que sirvió a J.K. Rowling para inspirarse en el célebre callejón Diagónde los libros de Harry Potter.
- En Edimburgo se encuentra el fin del mundo, en el sur de High Street, en el cruce con Mary’s Street es el lugar donde se encontraban las murallas que protegían la ciudad y pocos eran los que se atrevían a cruzar. Si tenéis la oportunidad de viajar a Edimburgo todavía podréis observar los adoquines que marcan el punto exacto donde termina la ciudad y un bar con el nombre “The World’s End”.
