Ya sabemos que todos los equipos en gran medida dependen de los patrocinadores. Éstos, pueden ser una persona física o jurídica con la que se llega a un acuerdo, para que su producto o logotipo adquiera más notoriedad gracias a la publicidad. A cambio el patrocinado recibe una contraprestación normalmente económica por parte del patrocinador.
Decidir patrocinar un equipo de baloncesto no es fácil, por muy seguidor que seas o, por mucho que te guste el baloncesto. Entran en función otros aspectos y matices que hay que valorar con calma y sentido común. En el caso de que el patrocinador sea un tanatorio, como ocurre con “Serfuja Tanatorio As Gándaras”, no es mejor ni peor, pero hay que tener en cuenta que los tanatorios suelen dar “yuyu” y eso podía provocar rechazo en la plantilla y en la afición.
Además, había que contar con la imagen que daría que un tanatorio patrocinara al Breogán, sin embargo, decidimos aventurarnos sin tener en cuenta la posibilidad de que no funcionara, valorando solo el buen hacer del equipo y de alguna manera nuestro buen hacer también.
Los tanatorios nos ponen los pelos de punta, nos entra un mal rollo que no podemos con él, pero si lo pensamos detenidamente, un tanatorio presta un servicio a la comunidad muy importante y más tarde o más temprano acabaremos pasando por alguno, por muy frío que esto suene.
Comprendemos los sentimientos y sensaciones que un tanatorio provoca en las personas, pero hay que tener claro que “el morir es parte del vivir” y cuando llega ese momento tan delicado…ahí estamos nosotros.