El matrimonio formado por Javier Balado Díaz y Emilia Lenza Díaz montaron en Castro Riberas de Lea la funeraria Serfuja. Corría el año 1948 y dos jóvenes emprendedores cargados de tesón y valentía fueron el origen de 70 años de historia. Javier Balado era carpintero y su mujer Emilia se encargaba de forrar las cajas. No fue fácil, los servicios funerarios se hacían con una bicicleta y un carro.
(1948-2018)
Javier, con el apoyo de su hermano Francisco José, consciente de la valía del legado familiar, apostó por potenciar un negocio que hoy cuenta con cerca de una veintena de empleados y cuyo futuro parece estar garantizado, ya que en ella también trabajan sus hijos Jorge y Javier Balado, la tercera generación en la empresa.
Con los años se fueron introduciendo mejoras entre las que destaca la puesta en marcha del tanatorio en el polígono de Castro, un servicio que se inauguraba el 24 de julio de 1998, coincidiendo con el 50 aniversario de Serfuja.
En 2016, la funeraria daba también otro paso más hacia el futuro con la puesta en marcha del Tanatorio As Gándaras, en el polígono industrial homónimo de Lugo.
Teniendo siempre presente el compromiso con sus clientes, Serfuja les agradece las confianza depositada en ellos durante tantos años, del mismo modo que agrade a todos sus trabajadores la implicación en un proyecto que mantiene su carácter familiar.
Una placa en el tanatorio de Castro recuerda al matrimonio fundador.
Fuente: www.elprogreso.es
