La hidratación de la piel es imprescindible para mantener su elasticidad y función de barrera contra los agentes externos. La capa más externa de la dermis cuenta con un porcentaje de entre el 10 y 20%, por debajo de la cifra inferior la piel se vuelve áspera, sin luminosidad y áspera.
Es importante recalcar que las glándulas sudoríparas que liberan el sudor también se encargan de mantener adecuados los niveles de hidratación de la piel.
Aunque influye el tipo de piel de la persona, llevar a cabo una ruta diaria de limpieza y aplicación de productos de calidad ayudará a lucir una piel rejuvenecida e hidratada.
Dormir un mínimo de 8 horas
Es la regla por excelencia que beneficia a la salud en general y a la piel en concreto.
Dejar respirar la piel
Lavar la cara y limpiarla es fundamental para abrir los poros y conseguir que la piel respire. Una adecuada limpieza evita acné, arrugas…
Hidratar antes de dormir
Elegir la crema o loción que mejor se adapte a tus necesidades para aplicar todos los días.
Cuidar el contorno de ojos
Se necesita un producto específico para esta zona porque la piel es más delicada.
Prestar atención a los labios
Secos y agrietados dan una mala imagen por lo que intenta que siempre estén hidratados, suaves y flexibles.
Exfoliar
La exfoliación debe realizarse según el tipo de piel y con métodos que no dañen la piel. Exfoliar suavemente una vez a la semana suele ser lo más recomendable.
Fuente: Mejor con Salud