Uno de los tipos más conocidos de fotodepilación es aquella que utiliza la emisión lumínica del láser. Gracias a los avances tecnológicos que han ido introduciéndose en este método se elimina el vello de forma eficiente y segura.
En estética mediante la tecnología de láserterapia se tratan diversos problemas de la piel: rejuvenecimiento facial, lesiones vasculares, manchas, verrugas, tatuajes y cicatrices. Cada circunstancia requiere de un tipo de láser específica que deberá valorar un médico experto. Según el tipo de piel y las necesidades de cada paciente, se decidirá el tratamiento y las sesiones a realizar.
No obstante, actualmente uno de los usos más extendidos de la luz por radiación es la depilación láser. Para no quemar la piel y asegurar tu protección debes saber que existen unas medidas de seguridad básicas a tener en cuenta.
Decálogo
- Revisar o realizar el historial clínico del paciente para evitar efectos secundarios no deseados o reacciones adversas.
- Analizar el tipo de pelo y de piel para adaptarse a sus características.
- Informar con detalle sobre la técnica a utilizar, además del tipo de aparato.
- El paciente debe firmar un documento de consentimiento en que declare estar bien informado y autorizando la depilación.
- Conocer si el paciente toma algún medicamento.
- No tomar el sol antes del tratamiento porque las pieles bronceadas son más vulnerables de sufrir quemaduras.
- No aplicar en absoluta la depilación láser en pacientes fotosensibles, febriles o con infección aguda.
- Tomar precauciones especiales en los siguientes casos: herpes recurrente, personas de pieles tipo V y VI y mujeres embarazadas o en situación de lactancia.
- Los efectos secundarios habituales como el enrojecimiento de la piel y pequeñas inflamaciones suelen ser transitorios e intrascendentes. Solo en menos del uno por ciento de los casos se da: foliculitis, hiperpigmentación, costras, púrpura, erosiones, cicatrices, fotofobia, aumento de la pilosidad o edema palpebral.
- Proteger adecuadamente los ojos porque el láser no debe llegar a esta zona.
Lo más importante es seguir estrictamente las normas UNE-EN 60825.
Fuente: SEME