Poco a poco se ha ido perdiendo la costumbre de bañarnos en agua fría. Cuando estamos en invierno se convierte en algo más complicado porque no resulta agradable. Sin embargo, debes saber que tiene importantes beneficios para la salud y para la estética.
Si incluyes una ducha de agua fría en tu rutina estarás:
Mejorando el estado de ánimo
Porque ayuda a combatir el estrés y la depresión al estimular la noradrenalina en el cerebro.
Aumentando las energías
Activa tu cerebro despertándote. Se estimulan las terminaciones nerviosas, late a mejor ritmo el corazón y es más rápida la respiración.
Eliminando toxinas
Además de aliviar las inflamaciones porque le frío contra las venas en todo el cuerpo.
Fortaleciendo el sistema inmunológico
El oxígeno llega mejor a cada una de las células del cuerpo con el agua fría.
Relajando el cuerpo
Aunque parezca extraño, el agua fría también aporta sensación de bienestar induciendo al sueño y al descanso.
Calmando el cansancio
Es muy recomendable la ducha de agua fría después del ejercicio para relajar todas las articulaciones. Notarás que desaparece el dolor muscular y que recuperarás antes.
Hidratando piel y cabello
Se cierran los poros y evita la sequedad. También el agua fría es perfecta para combatir imperfecciones y problemas como el exceso de grasa.
Desintoxicando el cuerpo
Eliminándose las toxinas retenidas en la sangre y fuera de la piel.
Promoviendo la pérdida de peso
Al contribuir a la disminución de grasas.
Combatiendo la celulitis
Se activa la circulación a la vez que se eliminan toxinas por lo que la piel tendrá un mejor aspecto.
Fuente: sumedico.com