Galicia contará con una nueva Indicación Geográfica Protegida (IGP). En tramitación están varios productos de calidad entre el que se encuentra el “Pan gallego” o “Pan galego”. Principalmente este pan se caracteriza por ser de corteza crujiente y de dureza variable en función del formato con una miga esponjosa que se elabora de forma artesanal con harina de trigo blando.
Elaboración
Utilizará masa madre y una elevada cantidad de agua, así como largos tiempos de fermentación y cocción. En cuanto a este último proceso, se deberá cocer siempre en hornos con solera de piedra u otros materiales refractarios.
Forma
Variará en función del formato, pero existen cuatro tipos de piezas básico:
- Bolo u hogaza. Redondeado e irregular que puede ser de 250, 500, 1000, 1500 gramos e incluso de tamaños mayores.
- Aspecto aplanado con un aro irregular de 250, 500, 1000 gramos y formatos mayores.
- Bola o torta. Redondeada y aplanada de 250, 500, 1000 y formatos mayores.
- Alargada con una longitud de entre 40 y 60 cm y un peso de 300 gramos.
Corteza
El color irá desde el dorado al marrón oscuro con un grosor medio-grueso generalmente de 3 a 10 mm. Para la barra el grosor oscila entre 1 y 3 mm. Será crujiente y más dura en los formatos bolo y rosca.
Miga
De blanco oscuro a crema pálido varía su tonalidad con una textura esponjoso y alveolado abundante, de tamaño y distribución irregular.
Sabor
Se caracteriza por ser intenso con un punto ligeramente ácido y muy aromático. Gracias a su corteza se mantiene durante muchas horas por lo que podrá consumirse pasadas 48 horas o más desde su producción.
Cualquier pan que cumpla con las condiciones de la IGP podrá lucir este distintivo siempre que se elabore dentro de la Comunidad Autónomo de Galicia.
Fuente: Consellería de Medio Rural