La ritifobia es el miedo exagerado a la aparición de arrugas. Cuando el temor normal por envejecer se convierte en pánico hablamos de esta fobia a los pliegues que se forman en la piel con el paso de los años. Cada vez es más frecuente este problema que puede impedir llevar una vida normal si no se busca ayuda psicológica.
Si bien es cierto que gracias a los tratamientos estéticos es más fácil lucir una piel joven por más tiempo, no hay que obsesionarse por las arrugas ya que forman parte de la vida. También es verdad que la sociedad actual no ayuda ya que se fomenta en exceso la juventud y la apariencia física.
No obstante, cuidar el aspecto de la piel sobre todo del rostro es fundamental ya que influirá en nuestra autoestima y las relaciones con los demás.
Consejos
- Comer sano y equilibrado.
- Hacer ejercicio.
- Proteger la piel del sol.
- Hidratar diariamente la piel con los productos más adecuados a tus necesidades.
Lo más importante para evitar la ritifobia será ver las arrugas como un signo de madurez y experiencia. Se debe aceptar que son parte del envejecimiento y algo inevitable, aunque sí mejorable. Con técnicas adecuadas y productos cosméticos se consiguen grandes resultados para que las arrugas no supongan una preocupación.
Debido al aumento de la esperanza de vida, la ritifobia se ha extendido en los últimos años junto a la gerofobia que es el miedo irracional a avejentarse. Según la psicóloga Verónica Fuchslocher, las arrugas tienen que dejar de tener una mala connotación para asumirse como un “enriquecimiento de la vida” y no como “un proceso de cierre”.
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