Existen cantidad de nombres para referirse a los distintos tipos de softwares maliciosos: virus, gusanos, bots… A pesar de que sabemos de que se tratan de una grave amenaza para nuestros dispositivos, quizás no sabemos que no todos atacan de la misma manera.
Está claro que el objetivo de todos es el mismo: la instalación de un software dañino también llamado malware en un equipo o red de la víctima con fines malignos. Los más habituales son los virus y los gusanos que diferenciaremos a continuación para poder identificarlos con mayor facilidad y evitar infecciones. La principal diferencia es que no se propagan de igual forma.
Virus
Necesitan un archivo o un programa que actúa como portador y para que se active es necesaria la intervención de un ser humano que los envíe mediante correo electrónico, mensajes, archivos adjuntos, etc. Es decir, los virus no pueden replicarse solos.
Gusanos
El caso contrario es el de los gusanos que sí son capaces de extenderse por sí solos, pudiendo enviarse a ellos mismos vía correo electrónico a otros equipos y redes sin que ninguna persona haga nada. Por lo tanto, esta autonomía de los gusanos los convierte en más agresivos o contagiosos que los virus. Según Panda Security, se podrían comparar a un gusano como un depredador y al virus como un alien.
Protección
Aunque virus y gusanos sean diferentes, las precauciones a llevar a cabo son parecidas:
- Evitar abrir mensajes o archivos adjuntos que provengan de fuentes desconocidas o sospechosas.
- Evitar las páginas web no seguras.
- Actualizar los sistemas operativos.
- Seleccionar cuidadosamente los programas a descargar.
- Instalar un antivirus.
Fuente: Panda Security
