¿De qué se hace cargo mi seguro de coche ante desastres naturales?

¿De qué se hace cargo mi seguro de coche ante desastres naturales?

Aunque a día de hoy aún existen algunas regiones en alerta amarilla por riesgo de lluvias y de tormentas eléctricas, lo cierto es que, de momento, parece que nuestro país puede respirar tranquilo. Toca acicalar las calles, los negocios y las viviendas; hacer recuento de los daños y mirar hacia el futuro con esperanza.

Si hace unos días, mientras el mal tiempo asolaba más de veintisiete provincias del centro y del sur peninsular, hablamos sobre los daños del hogar y cuáles de estos podrían ser cubiertos por el seguro, les toca el turno a los automóviles.

Clima adverso y daños en el vehículo

Ante inundaciones como las que se acaban de vivir en algunos núcleos urbanos, es común que los vídeos sobre los desastres materiales se viralicen en las redes sociales. En estas, protagonismo especial cobran todos los vehículos que, sin oponer resistencia, se dejan arrastrar por las corrientes de agua. No importa la marca, el modelo, el peso, si el piloto se encuentra en el interior, si está una familia… El agua ejerce de abogada del Diablo y arrasa con todo lo que se encuentra a su paso.

Pero no solo encontramos inundaciones entre los desastres naturales: granizadas, viento huracanado, terremotos… Si bien unos son más comunes que otros en función del emplazamiento en el que nos encontremos, nuestros vehículos suelen estar expuestos a numerosos peligros, especialmente si estos no «duermen» a cubierto. Abolladuras, objetos caídos, árboles fuera de su lugar, etc.

La importancia del seguro de coche

Aunque es posible que, tras leer esta entrada, acudas rápidamente a conocer las condiciones de tu póliza de seguros, lo cierto es que ya deberías saber de memoria las condiciones de esta en cuanto al tema que nos encontramos tratando. Letra pequeña incluida, las coberturas son de lectura obligatoria antes de decantarnos por uno u otro seguro.

Lo cierto es que la mayoría de las aseguradoras incluyen los perjuicios por granizo. Sin embargo, toda precaución es poca, por lo que nunca rechaces una cobertura sin haberlo premeditado concienzudamente.

Los seguros a terceros no suelen cubrir ningún destrozo por fenómeno natural, excepto en el caso de haber contratado una ampliación. Siempre que el vehículo cuente con cobertura por daños propios, las incidencias correrán a cargo del Consorcio de Compensación de Seguros.

Como ejemplo, ante la caída de un árbol sobre el vehículo, será la propia compañía la que se haga cargo de la reparación, si bien esto cambia cuando estamos ante un caso de seguro a terceros. Entonces, la reclamación debería realizarse al Ayuntamiento, que considerará la opción y la aprobará o desestimará, pudiendo recaer la responsabilidad sobre el duelo del terreno sobre el que se encontraba plantado.

De la misma forma, ante la caída de una cornisa, de un cristal o de tejas, será la aseguradora de la edificación o, en su defecto, la comunidad de propietarios, la que entre en acción.

El Consorcio de Compensación de Seguros

Esta entidad pública, adscrita al Ministerio de Economía y Competitividad, cubre destrozos causados por inundaciones extraordinarias, terremotos, erupciones volcánicas, ciclones, maremotos y caídas de cuerpos procedentes del espacio exterior. Como puede observar, lo cierto es que algunas coberturas suenan surrealistas en según qué zona nos encontremos. Por la contra, el peso de la nieve o vientos inferiores a 120 km/h., entre otros, no se encuentra en la lista de indemnizaciones.

Igual que ocurre en el caso de las viviendas, la póliza debe encontrarse en vigor y al corriente de pago. Procede a presentar la declaración antes de un periodo de siete días. Para ello, hazte con

  • una solicitud de indemnización por daños materiales;
  • una fotocopia del DNI,
  • una de la póliza del seguro,
  • y del recibo del pago;
  • y documentación relativa a los daños, como fotografías.