Explicados los seguros de vida y los tipos que existen, conviene ahora hablar sobre una cuestión que, en la entrada del 29 de septiembre —«Lo que necesitas saber sobre el seguro de vida»—, dejamos en el tintero: las diferencias de precios.
Aseguradoras versus entidades bancarias
Tal y como indican desde El País, contratar con una determinada compañía puede llegar a costar hasta cuatro veces más que en otra. Además de ello, no son pocas las empresas que se dedican a vender este tipo de servicios: a las aseguradoras, debemos sumarles el papel que juegan los bancos, líderes en creación de prestaciones. Estos últimos están impulsando en los últimos tiempos nuevas líneas de ingresos, como pueden ser la venta de fondos de inversión, de planes de pensiones y de los propios seguros, cuyas comisiones pueden representar el 30% de la cuenta.
La investigación de Global Actuarial
Un informe elaborado por la consultoría Global Actuarial ha desvelado la gran diferencia existente entre unos y otros agentes. Para ello, los profesionales de esta han visitado un total de doce entidades bancarias y quince compañías de seguros.
La fase de campo se ha realizado sin desvelar su verdadera identidad, en aras de conocer desde el punto de vista del cliente los servicios que se pueden contratar y las tarifas. Para ello se crearon perfiles de 30, 40, 45 y 50 años. La condición que se exponía a cada espacio visitado pasaba por contratar un seguro que garantizase un capital de 120.000 euros —el más común— en caso de invalidez permanente o defunción.
Precios oscilantes
Si nos situamos en el caso de un joven de treinta años, el seguro de vida ascendería a los 253 euros de media al año en los bancos, frente al 60% menos en las aseguradoras. Un caso opuesto es el de las personas de cincuenta, que rebajan la diferencia al 44%: 1.089 euros en el primero y 758 en las segundas. En general, las entidades ofrecen seguros por una media de 622 y las aseguradoras, por 420 euros. Aviva se alza así como la compañía más barata —232€— y Banco Sabadell, el más caro —813€—.
Pero, si contratar con una entidad es menos rentable, ¿por qué hacerlo? Lo cierto es que estas obligan a hacerse con un seguro de vida si se desea recibir una hipoteca, situaciones en las que el cliente no posee ningún poder de negociación, un tema que ya se encuentra en el Congreso.
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