La crisis económica experimentada en España ha llevado a la bancarrota a un sinfín de empresas, especialmente las relacionadas con el sector de la construcción. El negocio inmobiliario comenzó a insuflar aire a una burbuja que explotó en el año 2007. Como consecuencia, la demanda de inmuebles comenzó a disminuir de forma brusca, lo que repercutió sobre el propio mercado, que era incapaz de lidiar con la cantidad ingente de oferta existente. Los precios padecieron caídas sin precedentes.
Por supuesto, no solo los pisos nuevos tenían difícil encontrar dueño, sino también los inmuebles de segunda mano. Los propietarios enlazaban su necesidad de vender con la impotencia de no conseguir pretendientes. Semeja que en la actualidad los precios comienzan a subir en algunas ciudades. Pero a la hora de tratar de conseguir decir adiós a nuestra vivienda o residencia ocasional, lo cierto es que cometemos varios errores.
Cómo NO vender inmuebles
El pasado 2016, la media para lograr traspasar una propiedad rondaba los nueve meses, seis en el caso de las grandes urbes del país, plazos que pueden variar si no vamos paso a paso, asegurándonos de dar cada uno de ellos de forma correcta.
Un gran fallo de los propietarios es inflar el precio con previsiones de que, posteriormente, sea rebajado ante la negociación de cada posible comprador, consiguiendo cerrar el trato por la cantidad que deseaba en realidad. La sobrevaloración tan solo consigue ahuyentar a posibles interesados y, además, acabar vendiendo por un coste inferior y en un tiempo cada vez mayor.
Claves para conseguir comprador
1. Pide la opinión de varios expertos. El valor que tú le otorgues al espacio puede no ser objetivo, por lo que valorar la tasación de personas externas es muy positivo. Déjate asesorar por varios y analiza la aportación de cada uno de ellos. Sobre todo, no te dejes engañar.
2. Engalana el hogar. Cuidado, ¡no se trata de dotarlo de decorarlo! —eso puede echar atrás a personas que no son capaces de imaginar una vivienda sin esos elementos que tú, tan inocentemente, has colocado—. Repara desperfectos, limpia a fondo cada rincón, pinta, asegúrate de dotarlo de luminosidad… Esto, incluye, por supuesto, tener toda la documentación al día.
3. Un agente inmobiliario te ayudará en todo el proceso. Busca uno con años de experiencia y lograr un nuevo dueño será la menor de tus preocupaciones. Por supuesto, asegúrate de que vele por tus intereses. Ten con este las reuniones que consideres necesarias. Serán en estas donde lleguéis a un acuerdo sobre el plan de marketing a desarrollar, las acciones y técnicas.
4. Realiza jornadas de puertas abiertas, como si de una casa americana se tratara. Deja que los visitantes se concentren sin cita previa y el interés de cada uno de ellos aumentará significativamente al ver a los contrarios como un peligro en la inversión.
5. Lo mejor es que mantengas el orden antes y después de cada visita. Aunque la cantidad de personas que hayan pasado por el inmueble sea elevada y eso te haga perder la esperanza, no te des por vencido. Por ello, no olvides la limpieza. Además de todo esto, es aconsejable que no estés presente durante cada recepción, ya que los clientes pueden ver disminuida su libertad.
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