Nuestro hogar es un espacio de descanso, de ocio, de emoción. Es aquí, más que en ningún otro lugar, donde nos sentimos confortables y seguros. Pero, ¿lo estamos? ¿Qué medidas de prevención tomamos en aras de velar por nuestra seguridad?
Tan importante como desconocida por muchos, tenemos la Inspección Técnica de Edificaciones, ITE por sus siglas. Al igual que nuestros vehículos deben pasar la ITV, lo mismo ocurre con las construcciones. La ITE es, por tanto, un control técnico y preventivo que se realiza de forma regular y periódica, especialmente sobre determinados elementos relacionados con la seguridad.
Aspectos básicos de la ITE
Derogado el Real Decreto-Ley 8/2011, de 1 de julio, es la Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas la encargada de velar por el cumplimiento de la normativa. Están obligados a pasar la evaluación todos los edificios asentados en territorio nacional con una antigüedad mayor a cincuenta años, siempre y cuando su tipología se rija por la de vivienda residencial colectiva. Pese a que hablamos de una normativa nacional, existen diferencias entre diferentes Comunidades Autónomas, por lo que es conveniente en todo momento conocer las Ordenanzas Municipales para evitar cualquier tipo de susto.
Fue la Comunidad de Madrid, en 1999, la pionera en contar con la primera inspección técnica de estas características. Desde entonces, múltiples son los aspectos que se tienen en cuenta, como el estado de la fachada (tanto interiores como exteriores), los cimientos, las cornisas, cubiertas, azoteas, redes generales, salubridad, así como ornato, entre otros.
La falta de mantenimiento suele ser el problema principal al que se enfrentan la mayoría de las construcciones, cuyos presidentes de las comunidades van pasándose el testigo sin apenas conocer el estado del edificio y, en muchas ocasiones, sin contar siquiera con los papeles requeridos a la hora de realizar una ITE.
Resultados de la ITE
Al igual que ocurre con la ITV, la visita de un técnico cualificado (un arquitecto, un ingeniero o un aparejador) y su posterior informe pueden arrojar tanto un resultado favorable como desfavorable. Ante uno positivo, el acta se presentará al Ayuntamiento competente, el cual emitirá el correspondiente certificado. Ante una revisión negativa, se deberán conocer y localizar los desperfectos y proceder a su rehabilitación. Recuerda que es necesario contar con una licencia municipal para comenzar con las obras de subsanación. Ante cualquier remodelación, es aconsejable que exista una completa independencia entre el técnico y la empresa que lleva a cabo la obra.
No solo debemos mostrar el informe ante un contrato de compra-venta, sino que deberemos obtenerlo también ante cualquier tipo de reforma. Pese al escaso control que existe en esta materia, lo cierto es que un accidente puede poner en apuros a la comunidad ante la ausencia de la respectiva revisión.
Respecto al precio, este se fijará en función de la superficie del edificio, la complejidad del mismo y su año de edificación. Sin embargo, los precios en el mercado son tan libres como dispares, por lo que es conveniente asegurarnos siempre de hacernos con el mejor servicio.
Si deseas más información al respecto, así como solicitar una Inspección Técnica de Edificaciones, no dudes en consultar con Urbyarq.
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