El mito más extendido acerca del pan es que engorda. Se incluye muchas veces en la lista de alimentos a evitar si se quiere adelgazar. Y nada más lejos de la realidad. El pan se debe incluir en nuestra dieta diaria porque sobre todo aporta carbohidratos, imprescindibles para el buen funcionamiento de músculos, cerebro… Incluso existen estudios que este alimento puede ayudar en la pérdida de peso si se opta por el integral.
Al ser un producto natural el pan aporta energía gracias a sus nutrientes: hidratos de carbono, vitaminas, fibra y minerales. Casi no tiene grasa y lo que realmente sí puede suponer un exceso de calorías es lo que se acompaña: salsas, embutido, queso, chocolate, mermeladas…
Quitar la miga para no engordar
Se trata de otra creencia errónea ya que los ingredientes utilizados en la corteza y la miga son los mismos. Por increíble que parezca la corteza tiene más calorías que la miga.
El pan integral es menos calórico
La cantidad de fibra es lo que diferencia al pan tradicional del integral, pero ambos tienen las mismas calorías. Por su mayor contenido en fibra y bajo índice glucémico el integral es más apropiado para saciar el apetito.
Una dieta sana no incluye bocadillos
También falso. Lo más importante es saber escoger los ingredientes que meteremos en un bocata, pero no hay que renunciar a este alimento económico y nutritivo. Es perfecto para media mañana, comidas rápidas, meriendas o cenas. Para que sea más ligero y completo intenta añadir verduras, carnes magras o fiambres y quesos bajos en grasas.
Según los expertos la cantidad recomendada está entre los 220 y 250 gramos de pan al día. Asimismo, una persona sana sin sobrepeso y con una actividad física adecuada puede consumir hasta 400 gramos diarios de pan.
Fuente: Webconsultas
